"Creo que una de sus
falencias comunicativas es la falta de síntesis. Él podría expresar sus ideas
con menos palabras o con construcciones verbales más sencillas".
Me refiero al señor Fajardo como
“doctor”, pues realmente lo es, al igual que el señor Gustavo Petro.
No me cabe duda de sus amplios
conocimientos y experiencia, pues sus mensajes orales y escritos tienen la
solidez propia de alguien con alta preparación.
Le recuerdo respetado lector que me he tomado el tiempo para estudiar
una a una las propuestas de los diferentes candidatos, aunque en mis artículos
abordo solo el tema de la comunicación y oratoria. Sin embargo, a mi modo de
ver, la propuesta del señor Fajardo es una de las más largas y detalladas que
leí. Tan larga como puede ser cada
construcción verbal que hace volviéndose motivo de comentarios graciosos por
parte de los moderadores durante los diversos debates televisivos en los que ha
participado. Pareciera que nunca le
alcanza el tiempo que le dan para responder a una pregunta.
Por eso, creo que una de sus
falencias comunicativas es la falta de síntesis. Él podría expresar sus ideas
con menos palabras o con construcciones verbales más sencillas. Pero no.
A cambio de ello, casi siempre contextualiza, aclara, adorna o hace
rodeos.
"El Profe" Fajardo catalogado como la representación del centro político del país. |
Me recuerda algunas veces al estilo del Profesor Atanas Mockus. Incluso en la forma como mueve sus manos.
Por las redes sociales circulan
memes en los que se burlan de un ademán permanente que usa y que se ha vuelto
parte de su sello personal: la mano con las yemas de los dedos todos juntos. Un
gesto de énfasis que algunas veces usamos para decirle al interlocutor: “entre
en razón” “entienda” “por favor, capte la idea”. Este mismo gesto cuando lo llevamos a nuestra sien y nos damos unos golpecitos, puede detonar
que estamos poniendo en duda la capacidad de comprensión de nuestro
interlocutor. Cosa diferente ocurre cuando los golpes los hacemos contra una
superficie como una mesa, pues le damos un tono más imperativo a nuestro
mensaje. Con todo ello no estoy
queriendo decir que el Doctor Fajardo crea que sus interlocutores no le
entendemos. Solo les comparto el
significado general de este tipo de ademanes como parte del aprendizaje de la
comunicación humana. Antes bien, creo que este gesto es muy típico en
profesores y académicos, quienes se esfuerzan por que sus mensajes sean
comprendidos por los estudiantes.
A mi no me interesa tanto el uso excesivo que le da a este gesto como sí la posición de sus brazos pegados al
tronco y sus manos que se mueven a la altura de su pecho haciéndolo ver con un
carácter muy modesto. En algunas oportunidades, corporalmente se minimiza.
Brazos muy pegados al tronco. Casi siempre realiza los ademanes a la altura de su pecho. Esta postura cierra el cuerpo a la altura de la cintura escapular, hombros y cuello. |
La imagen en general del
candidato es bastante particular. Como dirían muchas personas, se proyecta
“descomplicado y humilde”. Adjetivos que tomé de comentarios de cientos de
personas en las redes sociales. Y estoy de acuerdo con ellos.
Así mismo, se proyecta como un hombre tranquilo, pacífico y conciliador. Imagen muy coherente con su discurso. Sin embargo, sus detractores lo califican como un hombre “sin picante y sin fuerza”, a diferencia de otros candidatos o de lo que tradicionalmente vemos en los líderes políticos. Caso contrario sucede con su formula vicepresidencial Claudia López, que a mi modo de ver, proyecta un carácter muy fuerte, en ocasiones exagerado para mi gusto, pero que en plaza pública funciona muy bien. Yo lo he visto en la práctica.
El candidato Sergio Fajardo, en una entrevista
dijo: “Yo no polarizo,
la polarización es algo básico”
Partiendo de ésto surgen unas preguntas: ¿es negativo proyectar una imagen pacífica? ¿puede ser un sinónimo de debilidad? ¿la gente prefiere ver lideres que transmitan fuerza, incluso agresividad? ¿ser pacífico y tranquilo puede dar pié para que lo perciban débil? Y si fuera así, ¿porqué los seres humanos preferimos a líderes que se vean fuertes exteriormente en lugar de personas que se vean pacíficas? Este tema ha llamado altamente mi atención y he estudiado mucho al respecto. Y aunque creo que esos conceptos están cambiando paulatinamente, aún predominan. Hacen parte de impulsos básicos de la naturaleza humana. Al respecto, les voy a compartir un fragmento de un libro de mi autoría en el que he trabajado durante muchos años. Para poder redactar el siguiente párrafo tuve que estudiar, observar, experimentar y vivir mucho:
“Si alguien me preguntara lo que a mi modo de ver pesa más en la mayoría de
comunicaciones masivas, yo me arriesgaría a afirmar, con consciencia de lo que
digo, que pesa más el llegar al mundo
emocional de las personas que a su pensamiento, y que no importa la línea que se use para ello, resulta más infalible
hacer sentir a las personas que hacerlos pensar. Y no con esto pretendo insinuar
que hacer pensar es más difícil que hacer sentir, pues hacer sentir es todo un
arte y posee su lógica; en
ello, la publicidad en medios de comunicación es experta".
El candidato Sergio Fajardo, en una entrevista dijo: “Yo no polarizo, la polarización es algo básico”. Y estoy de acuerdo con él, pues por lo regular, para polarizar hay que recurrir a estrategias que apelen a instintos humanos básicos como el miedo o la rabia. Instintos que todos, sin excepción tenemos. Sin embargo, un discurso que no maneje un tono emocional que contagie o estimule, puede verse “sin picante”, y por lo visto, ésto no gusta mucho.
Para complementar lo que estoy mencionando, voy a compartirles otro texto de mi libro: “En la actualidad, la mayoría de estrategias de los medios de comunicación están basadas en apelar a las necesidades básicas del ser humano, y son muchos los esfuerzos y las inversiones que hacen las grandes compañías para detectar las motivaciones del consumidor. Por ejemplo, la publicidad utiliza la necesidad de seguridad, la de satisfacer los instintos básicos como el hambre, el descanso, el sexo, o las necesidades socialmente aprendidas como el deseo por ganar dinero, el deseo por mejorar la posición social, así como los miedos humanos, la incertidumbre por el futuro, entre otras cosas; a partir del reconocimiento de esas necesidades, la publicidad construye propuestas comunicativas o productos. Entonces, como decimos coloquialmente, “van a la fija”, pues los aspectos mencionados son algo que mueve en el mundo a muchísimas personas, por no decir a todas. Sin embargo, hay otras necesidades de mucha relevancia, que no son obvias para la población, y que requieren un esfuerzo adicional por parte del comunicador para que sean bien comunicadas, comprendidas y aceptadas”.
Trasladando todo ésto al discurso del Dr. Fajardo, en varias oportunidades lo siento plano.
Incluso, aburrido. ¡Y que lástima pues sus contenidos son muy interesantes y
profundos! Así mismo y basándome en varios de los debates transmitidos, considero que puede trabajar en la claridad
de sus ideas, que aunque estén enunciadas con frases atractivas, algunas veces
fallan en el cómo , o sea, en el desarrollo de los detalles de los contenidos cuando se exponen oralmente. Y con esto no me refiero a las críticas
recibidas por no saber cuantos páramos hay en Colombia que creo han desviado
la atención de lo que realmente es importante. Me refiero a que cuando explica
sus propuestas en los debates presidenciales deja baches en el cómo se van a desarrollar. En
otras palabras, hay un tema de precisión. Y si le sumamos, como ya lo mencioné,
la extensión de sus frases no aporta al trabajo de la claridad en su discurso
oral.
Con todo y lo que he explicado, el señor Fajardo posee la imagen más coherente dentro de los candidatos. Y no quiero decir que los otros no lo son. Pero si le analizo, desde una visión externa, su edad, su estilo, su expresión no verbal , su perfil profesional y experiencia, y los integro con sus contenidos, me llevan a un sello personal integrado, el del Profe. Alguien que genera credibilidad. ¿Pero será este perfil compatible para la política tradicional?, o siendo más claro ¿será que la mayoría de colombianos logra identificarse con este perfil?.
Gane quien gane
las elecciones, será el reflejo de un pueblo, y por supuesto, de sus
seguidores. El reflejo de sus expectativas, deseos y necesidades. De esas motivaciones interiores que las grandes compañías se esfuerzan en investigar, conocer y constantemente actualizar para cumplir con sus objetivos comerciales.
Y como lo dije al principio de este artículo, así doy por finalizado este ciclo de análisis a los candidatos presidenciales. Espero que con que este trabajo, yo les haya compartido mucho más sobre el mundo de
la comunicación humana, campo al que me he dedicado toda mi vida, al menos desde mi visión.
Sus
retroalimentaciones también me han enseñado mucho, en mi búsqueda constante por
aprender y ser mejor persona, usando la comunicación humana como la herramienta para
ver la vida “más allá de lo evidente”. Así que estaré atento de sus comentarios.
Gracias por
leerme.
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